El artista Cyril Hatt ha mostrado en el Bon Marché de París su particular visión de la moda y en concreto, de la marca Lanvin, a la que despoja de toda sofisticación para mezclar sus prendas de un blanco y gris impoluto con un coche gris destartalado o motos en estado "siniestro total". Esta peculiar exposición invita a que el comprador aprenda a valorar la moda como algo divertido, incluso con un punto excéntrico y de la que se pueden obtener "mezclas imposibles"
[MARIANA FONTCUBERTA]
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