16 mar 2010

BELLEZA ROBADA



A París le han robado la belleza, creatividad y variedad cromática de sus colecciones de pret-à-porter. Las propuestas para el próximo otoño-invierno 2010-11 de los hasta ahora merecidos "mejores diseñadores del mundo" están de luto y los avispados trendsetters lo saben. No es común ver en Louis Vuitton faldas, jerseis y abrigos que parecen sacados del baúl de los recuerdos o del famoso mercadillo de "les puces de St Ouen". De dudosa calidad, nada pega con nada y en invierno, para qué engañarnos, no nos apetece sacar del armario vestiditos florales a lo "Casa de la pradera" que no son ni cortos a lo Giambattista Valli, ni largos. Marc Jacobs debería saber que las medias tintas nunca han sido buenas. Por otra parte, Yves Saint Laurent solo se ve de color negro, a excepción de tres piezas que reflejan los colores primarios: rojo magenta, azul cián y amarillo. La misma línea sigue Elie Saab, libanés irreconocible a juzgar por sus total looks black. Antes sus preciosos vestidos tenían pedrería, cristales swarovski y colores vivos. Todo este show parece premonitorio, como si los diseñadores se hubieran puesto de acuerdo para dejar resplandecer los espectaculares trajes brocados bizantinos de la recién apagada estrella de la moda: Alexander McQueen. Paradojas de la vida, el creador sumido en una profunda depresión de color negro nos ha regalado como auto-homenaje póstumo la única colección que aviva los sentidos y que hace desbordar la paleta cromática.

[MARIANA FONTCUBERTA]

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