Durante dos semanas el metro de París estará completamente decorado con mobiliario de Ikea. Lámparas, sillones, sofás... Se ha terminado, al menos durante las dos semanas que dure esta campaña de marketing de guerrilla, el tener que esperar el metro sentado en las incómodas sillas de plástico de los andenes (si es que los hay).
Una campaña como las que vemos aquí cada día cuando por la mañana vamos a tratar de luchar con la jungla que nos encontramos en Diagonal, que para tratar de coger un metro tenemos que dejar pasar antes unos cuantos frente a nosotros y apartar a unas cuantas personas a codazos y empujones... Por no hablar de como conseguimos bajar las escaleras hasta llegar al andén. Obviamente soy irónica. Esa es una cuestión: el espacio que tenemos que si ya no cabemos ni nosotros en la vía, como para poner encima un sofá, una lámpara, un sillón... Más de uno, histérico por no coger el tren terminaría lanzándolo a la vía. Ahí si tendríamos complicaciones. No me extraña que no den permisos para este tipo de acciones, que ahí venía el segundo problema. No quiero pensar que aquí no seamos creativos. No, en serio, no lo pienso ;) {Anna Alfaro}
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