El banco BBVA de Madrid acoge hasta finales de mayo la exposición: Latitudes, Maestros Latinoamericanos en la Colección Femsa.
En 1977 FEMSA ( empresa líder de bebidas en América Latina ) pone los primeros cimientos de la que ahora es una de las mayores colecciones de arte latinoamericano del mundo, que reúne más de mil obras de consagrados artistas. En realidad estas obras actúan como embajadoras de sus países de origen: México, Colombia, Argentina, Uruguay, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Cuba y Chile. Entre los cuadros representados en la sala de exposiciones del banco, destacan varios: El grande de España ( El ángel azul ), 1914, del mexicano Diego Rivera, tiene influencias del cubismo de Picasso y Braque. La voluminosa Santa Rosa de Lima, obra de 1977 del Colombiano Fernando Botero es el lienzo que abre la exposición, así como el de mayor tamaño. Por otra parte, el lienzo de Frida Kahlo titulado: Mi vestido cuelga aquí (1933-38) es la obra estrella de la colección y la única protegida con un cristal. Kahlo, influenciada por el movimiento surrealista, refleja en este lienzo las metáforas de la globalización. En el centro del cuadro cuelga de un alambre atado entre un váter y un trofeo, un vestido mexicano rojo y verde con flecos en el bajo. En el margen superior del cuadro aparecen imágenes de la ciudad de Nueva York y también un templo de estilo neoclásico que parece la asamblea Nacional de París.En el margen inferior del cuadro, aparecen imágenes de soldados y manifestaciones en un canto a la no violencia. Otro artista seguidor del surrealismo es el cubano Wilfredo Lam, aquí representado con su famoso cuadro titulado: Cuando no duermo, yo sueño (1955). Con esta connotación del sueño y de la figura humana como una abstracción, Lam se acerca a dos de los grandes surrealistas españoles: Pablo Picasso y Salvador Dalí. El artista uruguayo Francisco Matto evoca al pintor Piet Mondrian con su obra Virgen Constructiva (1958), creada a base de figuras geométricas y con la gama de colores de Mondrian.Sin duda, esta es una gran oportunidad para que el arte latinoamericano se consolide en el ámbito internacional, más allá de Lam, Botero o Khalo, que son los eternos consolidados y cuyas obras subasta Christie's a partir de 600.000 euros. Eso sí, se echó de menos en la muestra al más grande: el mexicano Rufino Tamayo. {Mariana de Fontcuberta}
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